Poniendo los pies en la tierra[Leo,Chris]

Mis cálculos fueron erróneos, lleguemos todos por la mañana, bueno mejor.
-Si, entremos.- le di una patada a la puerta y se abrió con mucho ruído.
Saqué mi espada en vano, me esperaba arpías o algún monstruo similar.
-Esto me huele raro...- susurré a Chris y a Daphne.
Pandora no era un lugar tranquilo, no según lo que contaban acerca de ella.
Exploré un poco la gran entrada, había muchas puertas y seguro que solo una verdadera.
En las paredes había inscripciones extrañas que relataban sucesos de los dioses y los arquitectos del templo, al principio no les di importancia.

Las inscripciones decían algo sobre Zeus, permitiría únicamente a los que tubiesen sangre de un dios o de un titán.
Dudo mucho que nos dejasen entrar siendo dos semidioses y una humana.
"Demuestra tu valía osado guerrero, ofreciéndole un sacrificio al rey de los dioses" se podía ver en la primera puerta, era el primer paso.
-Debo entrar, solo, si me deja claro, se necesita la sangre de un dios.- Daphne no se si podría entrar siendo humana, quizás ayudase desde fuera.
Al entrar el aire se volvía pesado por una parte, sería mi parte de un humano.
"Ofrece la sangre de la bestia a tu dios para llegar a la siguiente sala"
Un centauro apareció detrás de una gigantesca puerta, la bestia me sacaba poco mas de una cabeza y estaba solo, los demás no podían pasar hasta que acabase el sacrificio.

El centauro echó a correr hacia mi, no tube mas remedio que apartarme tirándome a un lado.
Cuando me levanté lo vi girarse y fijar sus ojos en los míos, supe que no descansaría hasta que me matase.
Me fijé en el entorno, había la puerta cerrada mágicamente para el sacrificio y poco mas.
El centauro embistió contra mi y me subí en el pegándole hasta que logró tirarme al suelo.
Me levanté apoyándome en la puerta mágica pero ese hilo de magia me quemaba, utilizaría eso.
Cuando el centauro me embistió le tiré la espada a la pata para que cayese y chocase contra la puerta, después le fui empujando y clavando espadas y dagas hasta que murió.
Cogí las espadas y las dagas y me examiné la mano, estaba un poco rojiza, por otra parte el sello de la puerta se rompió, podía salir de allí.

Me dolía la mano izquierda por la quemadura pero se podía soportar bién, si tocaba algo frío no tardaría en curarse con mis poderes, lástima que al ser de los dioses no se me cure al instante.
-¿Teneis una venda o algo?- salí sonriendo por la puerta cogiéndome la mano.
Nos esperaba la puerta dos, ¿que ponía? Me fijé bién, "Sobrevive"
-Es un trabajo para el mas rápido del grupo- miré a Chris.
-¿De qué os sorprendíais antes? Escuchaba susurros pero con la bestia atacándome no podía concentrarme.-

Me vendé la mano y corté la venda con los dientes.
-Un centauro... no muy agradable luchar contra él.-
Acabé de cortar la venda y moví un poco la mano para que circulase un poco la sangre.
Me fui a una especie de pedestal en el centro de la sala y lo manché con la sangre del centauro, se iluminó una parte y bajó, quedaban las demás.
-Los humanos no se si pueden realizar esto, a nosotros ya nos cuesta Daphne.-

Miré a Daphne de reojo mientras miraba las inscripciones.
-¿Tanta valentía acumulada? ¿O es prisa por morir?.- lo último lo dije mas bajito por si lo escuchaba Chris desde la sala.
Miré las inscripciones, algunas se iluminaban cuando las tocaba gracias a mi sangre de semidios.
Alrededor de Daphne también se iluminaba, que raro.
-Daphne... ¿Eres...?-

Tenía ganas de entrar por si le pasaba algo, quién sabe que bestia podría salir de allí dentro.
-Tenemos que hacer algo.- rocé el sello mágico con la venda y la destrozó, no tuve mas remedio que quitármela, solo podía entrar uno en la sala, escepto en las dos últimas que ya aceptaban a los tres, pero quedaba mucho.
Silbé para llamar a Pegaso, quizás hubiese peligros fuera y estaría mas seguro con nosotros.
Empezé a acariciarlo mientras hablaba con Chris.
-¿Qué crees que pasará?- quizás me preocupaba demasiado.

No podíamos hacer nada, simplemente observar cual sería el siguiente desafío.
"Reza para que Poseidón te ayude." ¿Sólo eso? ¿Esa era toda la información? Bueno, almenos supongo que tendría algo de agua.
Se oían quejidos de Daphne pero también de la bestia, debía admitir que mi corazón se aceleraba por los nervios.

Vi salir a Daphne por la puerta, mis músculos se relajaron perdiendo los nervios.
Me acerqué a ella revolviéndole el pelo.
-¡Lo has hecho bién campeona!- reí y fui mas decidido a mi segunda puerta.
Se cerró y vi una gran sala de agua, un objeto al otro lado, unas escaleras para salir y para entrar al agua y montones de cocodrilos, tritones, pirañas... ¿Cómo podría salir de allí vivo? Si metía un pie en el agua me lo arrancarían...
Piensa en la inscripción Leo..."Reza para que Poseidón te ayude."
Poseidón... Poseidón... No había ninguna estatua de él alrededor, me tomaría la inscripción al pie de la letra.
-Oh Poseidón, el del furioso tridente, a tí me encomiendo, en esta dificil tarea, ayúdame a cruzar el agua y conseguir la caja de Pandora...-
Las aguas comenzaron a separarse dejando un camino en medio, era un espectáculo increíble pero no podía entretenerme, debía coger el objeto.
Eran unas especies de botas, no parecían tener nada especial.
Cuando iba a volver por donde había venido el agua volvió a la normalidad... rezar ya no tenía efecto.